MURIÓ A LOS 88 AÑOS
Muchas referencias al país y ningún viaje. Movimientos populares y gas pimienta. Aborto legal e inflación "impresionante". Afiliación peronista.
Después de aquella noche romana del 13 de marzo de 2013, cuando el cardenal protodiácono Jean-Louis Tauran pronunciaba la fórmula en latín "Annuntio vobis gaudium magnum: habemus papam! eminentissimum ac reverendissimum Dominum, Georgius Marius Dominum Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio” y el arzobispo porteño aparecía en el balcón central de la basílica de San Pedro, el peregrinaje de referentes de la política argentina se hizo incesante, aunque más no sea para una foto; incluso entre quienes lo denostaron o les fue difícil digerir su elección pontificia.
En septiembre de 2024, el presidente Javier Milei y el papa hicieron evidente sus posturas diametralmente opuestas el rol de los movimientos sociales y cómo el Estado debe garantizar la asistencia a los sectores más vulnerables.
El pontífice considera que estas organizaciones de base son una fuerza de transformación social y no deja de reivindicarlos, tal como lo hizo durante un simposio en el Vaticano.
“Ustedes no sólo protestan, que está muy bien, sino que realizan innumerables obras, incluso desde la más absoluta precariedad de medios, a veces sin ninguna ayuda del Estado, otras veces perseguidos", destacó Bergoglio y les ratificó el apoyo en la lucha: "Los acompaño en su camino. Sigo creyendo que de la acción comunitaria de los pobres de la tierra depende no sólo su propio futuro, sino, tal vez, el de toda la humanidad“.
El papa aprovechó aquel contexto para cuestionar el Protocolo Antipiquetes de Patricia Bullrich durante la protesta contra el veto a la reforma previsional y criticar la represión y las prioridades de la gestión libertaria en materia social: "El Gobierno se puso firme y, en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta... le convenía".
La Casa Rosada evitó responder a la opinión del pontífice sobre la política gubernamental. “La respetamos, la escuchamos, reflexionamos, pero no tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones”, dijo entonces el vocero presidencial, Manuel Adorni, en rueda de prensa.
En sus años de pontificado, Bergoglio evitó hablar de la realidad del país para no abonar a uno u otro lado de la grieta, pero en enero de 2023 rompió el silencio en una entrevista con la agencia AP y le pegó un estiletazo a la gestión económica de Alberto Fernández, sin salvar a su asesor vaticano Martín Guzmán ni al macrista Nicolás Dujovne ni a Sergio Massa, con quien mantiene diferencias insalvables.
“¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”, evaluó y expresó preocupación por el elevado índice de personas en situación de pobreza y el impacto de una inflación que definió como “impresionante”.