El dólar está atrasado alrededor de un 20%. Es el número que expone el exministro de Economía Domingo Cavallo, a quien secundan economistas del establishment que coinciden en los márgenes del Círculo Rojo de estudiosos de los números.
En la cotidianidad, se puede ver en algunas transacciones:
No es tan caro importar productos pequeños del exterior (los que estamos caros somos nosotros);
El turismo: Chile se convirtió un paraíso de compras y Brasil, el lugar para pasar las vacaciones elegido por la clase media que logró cierto ahorro;
Es más accesible el ahorro en moneda extranjera.
El Presidente lo niega, porque es el talón de Aquiles del programa económico. En una columna que publicó en La Nación, planteó las tres experiencias recientes de atraso cambiario y, al hablar de la actualidad, enumeró logros: bajar la inflación y reducir el déficit y la emisión monetaria.
La intención es demostrar la confianza necesaria para que suceda una remonetización con los dólares de abajo del colchón.
“Lo primero que habría que señalar es que la Argentina es acreedor neto del mundo, motivo por el cual el país podría vivir con déficit permanente dentro de su restricción presupuestaria intertemporal. Por otra parte, si uno mira los proyectos en petróleo, gas, litio, cobre y en el sector agropecuario, debería resultar que, ante semejante oleada de dólares, el país debería ir camino a una moneda mucho más apreciada. Es más, dada la caída del riesgo país observada desde que LLA ganó las elecciones, en la medida que la tasa de interés internacional caiga debajo de la doméstica, no debería sorprender que el país vaya a una cuenta corriente negativa. ¿Es de temer? Dado el equilibrio fiscal, no”, escribió Milei en su columna del viernes.
(Cuadro de precios relativos, el dólar en rojo por debajo de la línea de equilibrio. Eco Go)
¿Por qué es el punto débil del programa? Porque sostener el dólar tanto tiempo sin devaluar, prometiendo que no habrá una depreciación abrupta, implica una expectativa de afluencia de capitales que hasta ahora no llegaron.
Ya van tres ilusiones que no se cumplieron:
No hay dólares de la inversión (de hecho, la inversión real directa cayó en 2024);
No llegó el acuerdo con el FMI con giros frescos;
No llegó el financiamiento de privados externo.
Mientras tanto, el Banco Central sigue quemando reservas en la brecha cambiaría. En los últimos cuatro meses, usó alrededor de u$s 800 millones para sostener la cotización de la divisa.
Este lunes, Milei echó a Sonia Cavallo, que era embajadora ante la OEA. Una señal política repetida. Cuando el padre de la despedida (el padre de la Convertibilidad) criticó ese mismo aspecto del programa económico, Joaquín Cottani, exvixeministro de Economía y exfuncionario suyo, voló del Palacio de Hacienda.
El que cuestiona es el propio establishment al que Milei quiere proteger.
El domingo Donald Trump anunció aranceles al acero y el aluminio. Eso repercute sobre todo en tres empresas argentinas; Aluar, Tenaris y Acindar. El mercado se adelanta y puede haber impacto en los papeles del sector.
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