Son los datos relevados por el INDEC en octubre. En el sector textil ya está debajo del 35%. En el mismo mes del 2024 estaba en el 63%.
DESPIDOS. La empresa Whirlpool, en Fátima, decidió cerrar sus puertas.
La capacidad instalada de la industria cayó al 61% en octubre frente al 63% que alcanzó en 2024, con sectores como el textil en torno al 32,5%, muy por debajo del promedio, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El dato causa especial preocupación en Pilar, donde el sector industrial, uno de los principales motores de la economía y el empleo, viene dando muestras de crisis con cierres y despidos acelerados desde mitad de este año.
Octubre fue el segundo mes consecutivo de 2025 en el que este indicador se mantiene por encima del 60%, ya que en septiembre se ubicó en el 61,1%.
Las principales incidencias negativas interanuales se observan en la fabricación de papel y cartón y en los productos de caucho y plástico. En el primer rubro se pasó de utilizar una capacidad instalada del 72,9% en 2024 al 62,3% en 2025, debido principalmente a una menor fabricación de papel y cartón para envases y embalajes; mientras que el segundo sector presentó en octubre un nivel de utilización de la capacidad instalada de 42,6%, inferior al registrado en el mismo mes de 2024 (48,9%), como consecuencia de los menores niveles de fabricación de manufacturas de plástico y de neumáticos.
La industria textil nacional enfrenta una severa coyuntura crítica debido a la apertura de las importaciones, un escenario donde la República Popular China se consolida como el principal suministrador. El sector manifiesta profunda inquietud por el acelerado crecimiento de las adquisiciones provenientes de ese país y alerta sobre el riesgo de perder los 500.000 puestos de trabajo que componen la cadena de valor completa.
“La desregulación del régimen courier, la flexibilización aduanera y la falta de controles sobre plataformas digitales abrieron una puerta que China aprovechó como ningún otro país. Hoy, el gigante asiático no solo domina más del 70% del mercado textil importado, sino que también está desplazando la producción nacional y el trabajo argentino”, aseveró la Fundación Pro Tejer.

