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Una de dos: o bien "el candidato es el proyecto", como se decía en otra época, o bien "el proyecto son los candidatos". Entre esos polos se dirimirá el desenlace del ciclo electoral, aunque no queda claro que Gobierno y la oposición peronista estén calibrando sus estrategias con la puntillosidad necesaria en función de esas líneas maestras. En juego está una suerte de referendo sobre la marcha de la Argentina de Javier Milei.
La ultraderecha gobernante, que aspiró al grueso del centroderecha, apuesta a lo primero, con la figura del Presidente, el color violeta y un discurso brutal y antidemocrático como estandartes; allí, pareciera que los nombres propios importan poco.
En tanto, el peronismo viene, desde el fiasco de 2019-2023, sin proyecto conocido y, más, con una disputa a cielo abierto sobre cuál debería ser el que lo oriente en los comicios de 2027. Así, debería apostar a nombres que indiquen algo parecido a la promesa de una renovación.
¿Unos y otros están apuntando en el sentido correcto de lo que, se supone, son sus estrategias hacia las legislativas del 26 de octubre? La campaña, que nació formalmente con la oficialización de las listas, está llena de enigmas.
