https://elcomunicadordezonanorte.com.ar/
La confirmación de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a diputada bonaerense por la Tercera sección electoral terminó por nacionalizar la campaña hacia la madre de todas las batallas del calendario electoral y por acelerar el pulso de la política.
En ese marco, no sólo el peronismo prende los motores y trata de evitarse un cisma probablemente ruinoso tanto para ella como para Axel Kicillof.
También el Gobierno se apura: además de conformar listas capaces de dar pelea en ese territorio adverso con su furgón de cola amarillo y de dar el batacazo en la Provincia, se mueve para disimular los agujeros de un plan económico que hace agua en la política cambiaria.
La primera revisión técnica del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que estaba prevista para el viernes 13 de este mes se pospondrá hasta fines del que viene, nueva demostración del modo en que el organismo ha decidido ser ciego, sordo y mudo ante las inconsistencias del plan oficial.
"De acuerdo con fuentes oficiales con conocimiento de las conversaciones con el Fondo, (eso) le daría varias semanas más de margen a la autoridad monetaria para sumar divisas en sus arcas y poder mostrar ante el organismo un número más amplio de acumulación", dijo Infobae.
Mientras, atado a la decisión de Javier Milei de no comprar reservas en medio de la banda de flotación pactada para el dólar semilibre para mantener pisada artificialmente su cotización y forzar así la desinflación, Toto Caputo busca reemplazar con más deuda lo que podría adquirir de modo genuino en el mercado. Aun así, señala ambito.com, "faltaría acumular cerca de 3.600 millones de dólares en apenas 15 jornadas para alcanzar el objetivo comprometido con el organismo multilateral".
De acuerdo con 1816, una de las consultoras de referencia en el mercado, a pesar del entendimiento para patear para adelante la revisión, "de todos modos estaremos lejos de las metas salvo que, repitiendo al pie de la letra la historia, se vuelva a colocar un monto grande de Botes (Bonos del Tesoro) en las próximas dos semanas. Faltan comprar en el MULC o emitir deuda por unos 4.000 millones de dólares para llegar a la meta del 13 de junio, 8.500 millones para la meta de septiembre y 15.500 millones para la meta de diciembre".
En su apuesta es a endeudar al país para simular una acumulación de reservas que sería cualquier cosa menos genuina, el Gobierno demorará también el desembolso de 2.000 millones de dólares que el FMI había prometido para después de la revisión. Este se habría concretado a pesar de que se registrara un incumplimiento de la meta de reservas a través de un pedido de waiver –dispensa–, pero se busca evitar esa mala señal ante un mercado que, de hecho, no derrocha confianza.
El ardid tiene patas cortas: ningún fondo de inversión o trader necesita que le traduzcan lo que significa ese meloneo. El problema es la gran inconsistencia de la política cambiaria oficial, que impide la acumulación de reservas en plena temporada alta de la soja y que puede complicarle las cosas otra vez al Banco Central en vista de los exigentes pagos de deuda que se avecinan. Así, no sorprende que el riesgo país siga clavado alrededor de los 650 puntos básicos –6,5 puntos porcentuales por encima del rendimiento de los Bonos del Tesoro estadounidense– desde comienzos de año. Hasta que ese indicador no baje a unos 400 puntos básicos no habría posibilidades de un retorno sano al mercado para refinanciar vencimientos de capital que se harán cada vez más pesados.
Fuente: ambito.com.
La polémica sobre el capricho oficial de no comprar reservas arrecia y no es precisamente cosa de "kukas".
Todo artilugio vale para que la administración de extrema derecha ponga la retomada de la desinflación, tras una larga meseta, en el centro de la campaña electoral. De hecho, reiteremos, se considera probable que el índice de mayo ya venga con un uno adelante, cosa que provocaría euforia en la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda.
Como preparación, Marco Lavagna ya salió a defender el número que el INDEC presentará el próximo jueves 12, anticipándose a la reiteración de las dudas por la demora del organismo en actualizar la canasta de consumo que toma en cuenta –que atrasa 20 años– y a la generalización de la idea de que la inflación que percibe la sociedad es de alrededor del doble que la oficial.
