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LAS ANDANZAS DE MILEI
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LAS ANDANZAS DE MILEI

Pan para hoy

Hubo festejos ni bien se confirmó la evaporación de los votos de seis senadores que pasaron, literalmente en cuestión de minutos, de forzar "sobre tablas" –trámite exprés, sin paso por comisión– una votación sobre la instalación de una comisión investigadora del Libragate a rechazar su aprobación efectiva. Javier Milei descubrió, como en el atraco de septiembre a los jubilados, seis nuevos "héroes"; la sociedad argentina, seis nuevos tránsfugas.

Mientras la jueza federal María Servini por fin ponía en marcha la causa que cayó el lunes en sus manos, los festejos se desataron en Buenos Aires, donde se quedaron los encargados de operar sobre gobernadores y senadores sensibles a sus propuestas. También en Washington, donde se refugiaron Javier Milei y su hermana y secretaria general de la Presidencia Karina Milei, salpicados por la estafa de $LIBRA y por denuncias de presuntos pedidos de coimas.

Sin embargo, las celebraciones de hoy pueden ser lamentos mañana. desPertar resumió su análisis de ayer en el título Desarma y sangra, tributo a una canción hermosa de Charly García útil para describir a un gobierno que atraviesa un momento de descomposición y que parece desinado a seguir perdiendo fluido vital por el escándalo del momento.

Los operadores oficiales fueron efectivos en aplicar un torniquete sobre la herida y, es obvio, poco a poco el operativo "Hablemos de otros temas" conseguirá diversificar la agenda. Sin embargo, la seguirá abierta y puede sangrar cada tanto.

Una voz en el teléfono

El tramo crucial de la votación sobre la –por ahora– fallida comisión investigadora del Libragate resultó revelador del estado moral de la Argentina.

Antes de la aprobación de la suspensión de las PASO, senadores que responden a Martín Lousteau presentaron el proyecto correspondiente, que habría instalado un cuerpo con amplios poderes para interpelar a funcionarios; recabar información; trabajar con la Justicia para pedir medidas de prueba y hasta allanamientos, e indagar a sospechosos, testigos y particulares, algo que hasta podría haber afectado a La Sombra, Santiago Caputo, amparado hasta ahora en su tramposo carácter de asesor.

Ante la ausencia de Victoria Villarruel –a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Milei–, Bartolomé Abdala presidía la sesión, aprovechando su ignorancia –tanto real como sobreactuada– para demorar las votaciones.

En tándem, el libertario Ezequiel Atauche parecía tan perdido en el reglamento como en un video no tan viejo y memorable, y también meloneaba la cuestión, proponiendo ya no enterrarla, sino enviarla a comisión a partir del inicio de sesiones ordinarias el 1 de marzo.

El radical fueguino Pablo Blanco, otro de los firmantes del proyecto, "había anticipado que el Poder Ejecutivo buscaba por todos los medios boicotear su iniciativa, cuando al ingresar al Senado acusó a la Casa Rosada de 'presionar a los gobernadores'", escribió el colega Gustavo Ybarra en La Nación.

Aunque Mauricio Macri dijo que el Libragate es un hecho "grave" que merece investigación, los senadores del PRO no quieren investigar nada que no sea corrupción K. El expresidente y ellos son teros. Del "bloque Kueider" ni hace falta hablar.

El problema del Gobierno era convencer, literalmente a alto costo, a los "fieles" de la balanza. Para eso, los teléfonos no paraban de vibrar y seis radicales decidieron atender in extremis la invitación a lo Mascherano que recibían: "Hoy te convertís en héroe".

Como el tratamiento del tema era "sobre tablas", requería para su aprobación el voto de dos tercios de los miembros de la cámara, esto es 48 voluntades. Sorteando las dilaciones de Abdala y Atauche, se procedió a votar el tratamiento de la propuesta: 53 a favor.

Sorprendentemente, menos de cinco minutos después, al definirse la instalación efectiva de la comisión investigadora, el 53 se convirtió en 47. ¿Game over?

"Hoy te convertís en héroe"

Ya nada sorprende de tantos dirigentes radicales. Así como la movilidad jubilatoria fue iniciativa de esa bancada en Diputados y algunos de quienes la propusieron y defendieron públicamente terminaron por enterrarla, los seis trásfugas de ayer también forman parte de la Unión Cívica Radical (UCR). Se hace inevitable pensar que ese partido, columna del renacimiento de la democracia en 1983, ya no tiene una función histórica que cumplir.

Ellos son Eduardo Galaretto (Santa Fe), Mariana Juri (Mendoza), Stela Olalla (Entre Ríos), Mercedes Valenzuela (Corrientes) y Víctor Zimmermann (Chaco). "El aporte lo hicieron los mandatarios Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Alfredo Cornejo (Mendoza)", contó Mauricio Cantando en Letra P.

Los senadores mencionados, como habrás notado, son cinco; falta un nombre especial. Es el del correntino Eduardo Vischi, descarado coactor del proyecto de comisión investigadora que asesinó a su propia criatura. Cualquier "borocoteada" es toda una audacia justo cuando se habla tanto sobornos.

Los tránsfugas, se supone, pondrán cara de gente digna para votar la "ficha limpia" contra Cristina Fernández de Kirchner. Mientras, el Gobierno ya ni se molesta en que sus desnudos sean cuidados y tildarlo de "casta" es usar un término menor para dar cuenta de las evidencias. ¿Habrá algún fiscal con ganas de fisgonear un rato –no haría falta demasiado– en esos teléfonos inquietos? Spoiler: no.

desPertar ayer citó la novela El Mago del Kremlin, en la que Giuliano da Empoli escribió a través de su personaje principal que "no hace falta ningún vigor para conquistar algo, lo que sea, ya que todo está podrido y se deja someter; lo que importa es saber soltar, saber dejar ir".

Y aun así…

Una comisión investigadora puede evaluarse de dos maneras: como uno de esos artefactos que, según Juan Perón, sirven para no esclarecer nada o como una herramienta útil para exponer públicamente ciertas miserias. Ayer, no alcanzó los dos tercios, pero una insistencia por el trámite regular requeriría en no mucho tiempo de mayoría simple.

Por otro lado, más allá de los pases de factura de Carolina Losada a sus pares peronistas por no haber propuesto ni apoyado ninguna comisión cuando se ventilaban escándalos propios, es evidente que una ficción de la política contemporánea se va erosionando velozmente: el de los antiperonistas que justifican cualquier voto, incluso uno aberrante, en la noción de nunca estar en el mismo barco que el kirchnerismo.

Si en el Senado o en Diputados finalmente se instalara una comisión investigadora, se impondrían un par de preguntas:

  • ¿Cómo haría Milei, carente de un relato mínimamente verosímil sobre el escándalo, para resistir el vendaval, sobre todo si no pudiera contar con Santiago Caputo para pedir minuto, cortar y editar?
  • ¿La secretaria general, también salvada de un pedido de interpelación del kirchnerismo, estaría en condiciones discursivas e intelectuales de afrontar semejante compromiso?

La sangría aún es un riesgo que sigue latente.

Un esquema de poder en crisis

En Estados Unidos, el presidente se dejó mimar ayer por Elon Musk –a quien le regaló una motosierra– y obtuvo palabras de aliento de Kristalina Georgieva. Hoy recibí al presidente Javier Milei para hablar sobre el plan de estabilización y crecimiento de Argentina, que está dando resultados significativos. Nuestros equipos siguen trabajando de manera constructiva en pos de un nuevo programa con el FMI", posteó la búlgara. El Gobierno esperaba una señal más contundente, pero suele ocurrirle a la gente que anda de maña racha que la realidad no se adecúa a sus deseos inmediatos.

Él y su hermana incluso juguetearon con Toto Caputo como si en Buenos Aires no pasara nada. No hay constancia de que el ministro de Economía les haya prestado a los hermanos Milei el casco que le regalaron para afrontar la amenaza de cascoteo.

Este newsletter viene planteando que hay una crisis en el esquema de poder oficial, basado en el llamado "triángulo de hierro".

Que el otro Caputo haya viajado a Washington para sumarse –por primera vez desde el 10 de diciembre de 2023– a una comitiva presidencial revela una de dos cosas: o bien que ya pasó el enojo del jefe de Estado por haberlo expuesto en su fragilidad al interrumpir la tertulia con Jonatan Viale o bien que ese reto, como sugirió ayer desPertar, fue una mera puesta en escena.

En cualquier caso, el Mago de la Casa Rosada sabe que la realidad es –en parte– un haz de actos de ilusionismo. Así, su inmolación pública para disimular la fragilidad de carácter de su jefe no deja de erosionar el mito de infalibilidad maquiavélica que gusta fomentar. Por lo pronto, fracasó en su intento, con copyright de Ricardo Lorenzetti, de imponer a Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema. Como se ven, te tratan.

Los tres vértices del "triángulo de hierro" lucen machucados: el Presidente, por haber publicitado una criptoestafa; su hermana, por estar acusada de abrir puertas que no debería y por afrontar aluvionales denuncias de coima que habría que probar; Santiago Caputo, por castigado o por devaluado.

Sordos ruidos

Así como los agujeros negros son imperceptibles a la vista y se descubren indirectamente, por sus efectos gravitatorios sobre cuerpos que sí son observables, la crisis del poder ultraderechista requiere la detección de epinefómenos.

Si el "caso Viale" expuso al Presidente como un hombre manipulable, tembloroso e incapaz de defenderse por sí mismo incluso en una charla de amigos, otros indicios prueban que hay que prestar atención a la forma en la que el estallido del esquema de poder reverbera en el sistema de propaganda oficialista. Los comunicadores que se agitan son los cuerpos celestes que devora un agujero negro de otro modo invisible.

Por un lado, mientras el oficialismo se afanaba – perdón por la expresión– por sortear el embate del Senado, periodistas y troles libertarios difundieron una pieza de fake news destinada a acosar y quebrar al líder de los radicales que estuvieron a punto de cumplir en investigar el Libragate. Una foto en la que se veía a un grupo de senadores levantando la mano para votar mientras Martín Lousteau miraba papeles fue usada para mentir que este se había negado a aprobar la realización de un minuto de silencio en homenaje a los tres miembros de una familia israelí de origen argentino, secuestrados y muertos a manos del grupo terrorista Hamás: Shiri Silberman Bibas y sus hijos Ariel y Kfir, de 5 años y 9 meses, respectivamente. La foto no tenía nada que ver con esa votación y así lo dejó en claro el líder de Democracia para Siempre.

Adicionalmente, otro comunicador militante de la extrema derecha, Alejandro Fantino, se hizo eco, en tono sibilino, de la denuncia de la periodista Cristina Pérez sobre pedidos de coima "en el entorno presidencial" para el otorgamiento de entrevistas de negocios.

"Como le creo mucho a Cristina Pérez, dije 'epa' y me puse a laburar eso (…). No lo dijo cualquiera, esta mujer sabe, sabe (…). Con respecto a la compra de aviones, hay ahí un temita que, bueno, también podría dar que hablar. El tema es quién lo firmó", dijo, oblicuo, en su canal Neura.

Quien firmó esa operación de 301 millones de dólares –una compra de F-16 estadounidenses usados por la Fuerza Aérea de Dinamarca– es el novio de Pérez, el ministro de Defensa Luis Petri.

"¿Está Petri adentro (de las tres fuentes mencionadas por la periodista)? Pregunto… Yo creo que no", fingió Fantino. "Pero le cuento a Cristina Pérez, de colega a colega, que por lo menos tres ministros me contaron que están muy molestos porque entienden que es muy difícil separar a Petri de esa declaración", cerró la amenaza vía streaming, permitiéndose incluso la ironía de replicar la cantidad de testimonios de la denuncia de la comunicadora de La Nación +.

Petri debe su permanencia en el cargo al hecho de que los Milei y Santiago C. no cuentan hoy con margen político para echar a un miembro del gabinete por presuntos –nuevos– hechos de corrupción.

Porque aún sangran.



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El Comunicador de Zona Norte



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