La posta del Congreso
Se juega todo o nada con las PASO y la Corte. El PJ evalúa un boicot para arruinar la preparatoria. El tuit bomba: ¿habrá audiencias por el escándalo cripto?
Según esta interpretación, quien no vote alguno de estos temas, habría dicho Milei, deberá hacerse cargo. Otro posteo que hizo ruido fue el del usuario John (@MileiEmperador), atribuido en el ecosistema digital a Santiago Caputo, donde menciona que el Gobierno está preparado “a hacer cualquier cosa con tal de cumplir los objetivos”. Traducido: las estrategias son más bélicas que maquiavélicas. No tiene sentido estudiarlas tanto.
Pero antes del inicio del fin de semana Milei dejó en el olvido esos posteos cuando fijó en su cuenta de Twitter uno propio que puede complicarle buena parte del primer semestre legislativo, y tal vez, toda su presidencia: la promoción de la criptomoneda $LIBRA que, horas más tarde, él mismo reconoció que practicaba estafas.
Para la oposición más dura, el paso en falso del Presidente fue también un principio de revelación y, por esa razón, prepara un embate legislativo con decenas de pedidos de juicio político, que tarde o temprano podrían ser tratados por una comisión de Diputados en la que hay una mayoría hostil al Gobierno, dispuesta a definir un cronograma de audiencias. Otro camino posible es crear una comisión investigadora.
Después del 1 de marzo, alcanza con que una mayoría opositora convoque a una sesión en Diputados para que, de una u otra forma, se pueda investigar en el Congreso si Milei participó de un esquema Ponzi. Caputo tiene estas semanas para pensar cualquier cosa que lo ayude a salvar a su emperador.
Si el Gobierno planteaba este año legislativo con estrategias defensivas ante eventuales intentos de la oposición de imponer una agenda, el escándalo por la promoción cripto de Milei lo obligará a levantar los escudos como nunca antes.
El tema, inevitablemente, llegará al Congreso en marzo y será un buen pulso para definir el marco de alianzas de La Libertad Avanza. La Coalición Cívica pide crear una comisión investigadora, que obligaría a citar a los dueños de $LIBRA y al propio Presidente.
El kirchnerismo cree que el mejor camino es el juicio político, que debe instruirse desde una comisión de Diputados que no tiene autoridades confirmadas. Hace un año fue elegida presidenta la libertaria Marcela Pagano, pero Martín Menem desconoció el trámite, intentó cambiarla y la periodista se resistió. El riojano dice que es la única oveja negra que le quedó en un bloque que logró controlar a mano de hierro, a través de Gabriel Bornoroni.
En marzo, tras la apertura de sesiones ordinarias, Unión por la Patria pedirá una sesión para emplazar a la comisión de Juicio Político e iniciar una investigación contra el Presidente. El Gobierno debería reunir una mayoría simple para evitarlo. Necesita romper bloques hostiles, para un tema por demás incómodo. Es el principal desafío que tiene Menem por estás horas: juntar votos para evitar un juicio político es casi como armar un gobierno de coalición.
La oposición dialoguista ya empezó a desmarcarse. El bloque de Diputados de la UCR pidió una investigación. También exigió explicaciones la senadora de Provincias Unidas Alejandra Vigo, esposa del exgobernador cordobés, Juan Schiaretti.
Hay un dato que por estas horas alarma a Milei: la comisión de Juicio Político tiene una mayoría de miembros que son opositores férreos. La cuenta es simple: surge de sumar los vocales que hay de UP, la CC, Democracia por Siempre -UCR blue- y el de Emilio Monzó, de Encuentro Federal. Los nombres fueron elegidos hace un año, cuando la división entre dialoguistas y no dialoguistas no era tan nítida.
Si la comisión de juicio político se convoca, esa mayoría opositora podría votar la admisibilidad de la investigación a Milei, citar a un cronograma de audiencias y, si se reúnen pruebas contundentes, aprobar una acusación contra el Presidente por mal desempeño.
Aunque luego no sería fácil alcanzar los dos tercios del recinto para enviar el expediente al Senado -donde se hace el juicio-, si se llega a instancia, tras meses de audiencias con testimonios y documentos, el daño para Milei ya estará hecho.
En el kirchnerismo hay algarabía porque creen que se anticiparon los tiempos: el diputado Rodolfo Tailhade, en su canal de Youtube, anunció en octubre que iniciaría una investigación sobre otra promoción que había hecho Milei, en diciembre de 2021, a la empresa CoinX Word, que luego fue denunciada por estafas piramidales.
Es habitual que personajes famosos difundan los servicios de estas compañías, pero Milei se olvidó aquella vez que ya había asumido como diputado. Lo acompañaba en esa tarea la ahora diputada santafesina Romina Diez.
Tailhade dijo en aquel video que hay una causa judicial que investiga a CoinX Word que se instruye en el despacho del juez Lijo. Fue la única mención de un dirigente kirchnerista al actual candidato de la Corte desde que fue propuesto. Pronto será viral. Justo esta semana.
Guillermo Francos, una vez más, se saldrá con la suya: este año no habrá Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), porque el Senado sancionará el proyecto que propone suspenderlas por única vez. La mayoría del bloque Unión por la Patria de la cámara alta está de acuerdo.
Lo que ni Francos ni Victoria Villarruel pudieron garantizar en sus charlas -el ministro coordinador es el único funcionario que atiende a la vicepresidenta- es cuándo el Senado le dará el triunfo legislativo al Gobierno. Con el escándalo cripto de Milei definir los tiempos legislativos será una tarea más compleja.
Hasta el viernes, el plan de la Casa Rosada era sesionar el jueves 20. Pero recién el martes, con los números claros, Villarruel definirá si abre el recinto. Hay resistencia de la mayoría del radicalismo, que suele ser tenido en cuenta para los porotos oficialistas.